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Diego Maradona: “Todos somos contradictorios. Todos nos tenemos que adaptar al mundo como viene”

Maradona en Nápoles

En 1999 Diego Armando Maradona se había retirado hace poco del fútbol, su carrera profesional había terminado, pero su nombre seguía siendo muy apetecido por la prensa de todo el mundo.

Además de su gran talento como futbolista, las polémicas también siempre fueron parte de la esencia de Maradona. Su adicción a las drogas, sus pensamientos políticos, su agresividad, entre otros, es imposible hablar de este famoso jugador de fútbol sin meterse en terrenos controversiales y complejos.

La revista Roling Stone Argentina habló en año 99 con el ídolo sudamericano, era un momento donde Maradona seguía en un espiral de drogas del que le costó mucho salir. Eran años intensos para el campeón del mundial de México 1986, años donde a pesar de sus problemas personales, el astro argentino hablaba sin censura de todos los temas, manteniendo esa brutal honestidad que lo caracteriza hasta el día de hoy

“Los rockeros profundizan mucho más en el estado de ánimo de las personas que los otros, que la persona común, al profundizar. Yo tuve la suerte de cambiar muchas ideas con ellos y me parece que están al servicio de la gente. O sea, le cantan a la gente la realidad de un país. Y yo vivo la realidad de mi país, aunque por ahí otros digan que, porque me di un saque, no puedo hacerlo, ojo, yo me di un saque pero no me morí y porque sé de qué se trata, puedo tener una firmeza que otros no tienen. Nosotros no levantamos la bandera «Viva la droga», al contrario. Nosotros queremos que no la vendan más y que no sea una enfermedad. Ojalá que encontremos una pastilla que acabe con todo”, comentaba el ex futbolista sobre su cercanía con los músicos de rock y sobre las drogas.

“Mis problemas son sólo míos, no afectan a nadie más. Sólo a mí y a familia, a veces pareciera que consumo cocaína y todo el mundo se entera. Mis hijas saben que yo estoy con ellas, que tienen todo de mi parte, que todo lo que gané, todo lo que tengo, es de ellas. Todo. Mi hija Dalma me dijo un día: “Papá, vos se lo contaste a Gente y no me contaste a mí». Y yo le contesté: No es que no te conté porque tenía miedo. Papá te tiene respeto y papá… se equivocó. Yo lo quiero cortar, te juro que lo quiero cortar, pero no hay ninguna pastilla, ninguna inyección que cure esta enfermedad increíble”.

Maradona posando

“La persona que realmente me ha ayudado en todo este tiempo es mi mujer, han sido años muy complicados donde muchas personas que uno consideraba amigos se alejan, pero los de verdad, los que realmente te quieren y te aprecian se quedan”.

Es recordado hasta hoy el compromiso en México 86 donde Argentina venció a Inglaterra con dos goles del “Diego”. Uno de esos tantos, fue un escandaloso gol con la mano, la posteriormente llamada “mano de Dios”.

En esta conversación de 1999, Maradona explica el contexto de ese partido y la alegría que obtuvo Argentina tras vencer en el campo de juego al mismo país que tanta tristeza les había provocado en la Guerra de las Malvinas, algunos años atrás.

«Lo de Inglaterra, en México 86, fue, más que nada, ganarle a un país, no a un equipo de fútbol. Nosotros decíamos, antes del partido, que el fútbol no tenía nada que ver con la Guerra de las Malvinas, pero íntimamente sabíamos que habían muerto muchos pibes argentinos allá, que los habían matado como pajaritos… Era mentira que las cosas no se mezclaban, era mentira. Porque inconscientemente lo teníamos bien presente, ¿entiendes? Entonces, eso era más que ganar un partido, mucho más que dejar afuera de la Copa del Mundo a los ingleses. Nosotros hacíamos culpables a los jugadores ingleses de todo lo que había sucedido… Sí, yo sé que es una locura, pero así lo sentíamos y era más fuerte que nosotros. Estábamos defendiendo nuestra bandera, a los pibes, la verdad es ésa. Y el gol mío… el gol mío tuvo una trascendencia que… Los dos, en realidad. El primero fue como robarle una cartera a un inglés, y el segundo… tapó todo».

“A mí y a la gente que lo necesita, el país nos podría ayudar siendo decente… Que seamos un país medianamente en serio… Porque, porque la corrupción viene por un montón de cosas, también por los malos sueldos… La gente tiene que llegar a fin de mes y, bueno, para darle de comer a mi hija, yo mato… Es así, es clarita… Por eso yo digo: ayudarme a mí no es imprescindible. Yo soy argentino hasta las pelotas, ¿entiendes?, aunque me duelan un montón de cosas de mi país… Yo soy el típico argentino que lucha y que no se calla teniendo lo que tengo.”

“Todos somos contradictorios. Todos nos tenemos que adaptar al mundo como viene. Si a mí me demuestran que es de otra manera, yo me adapto. ¿Por qué tendría que decir, por ejemplo, que hoy en la Argentina se vive bárbaro? ¿Porque yo vivo bárbaro? No, no, no… Sería muy cómodo de mi parte quedarme callado. También sería cómodo mantener una opinión a rajatabla para quedar bien con los que dicen que Maradona es contradictorio. Escúchame: acá se cambió la Constitución… Es actualizarse, es vivir de acuerdo con lo que pasa… Y el tema pasa por avalar la palabra con las actitudes. Y si veo que lo que yo digo no es verdad, me adapto, reconozco el error… No por eso dejo de ser Maradona o voy a cagar a alguien”.

El ídolo del pueblo, el provocador dentro y fuera de la cancha, un Dios para algunos y un demonio para otros. Diego Armando Maradona no es sólo un futbolista de excepción, no es sólo un campeón del mundo que llevo a lo más alto a su adorada Argentina, es también un revolucionario, un ser que va por la vida sin miedo, siendo tal cual es.

El día que Maradona pierda esa esencia, esa forma de ser tan natural y tan autentica, el “diez” dejaría de ser ese personaje encantador del que no podemos dejar de hablar.