Tokio, Japón – Un devastador terremoto de magnitud 7,6 ha golpeado el centro de Japón, dejando un saldo mortal que continúa en aumento. Según el último balance oficial, el número de víctimas fatales ha ascendido a 98, con más de 450 personas heridas. Además, 211 personas siguen desaparecidas en la región de Ishikawa, en la isla de Honshu.
El sismo, que tuvo lugar el día de Año Nuevo, ha causado una destrucción masiva en la región afectada. Los equipos de rescate trabajan incansablemente entre los escombros para encontrar supervivientes y recuperar cuerpos, en una carrera contra el tiempo agravada por las difíciles condiciones climáticas. Se pronostica nieve para el domingo, lo que podría complicar aún más las operaciones de rescate.
Los esfuerzos de los socorristas se han visto obstaculizados por el mal tiempo y por caminos intransitables debido a grandes grietas, caídas de árboles y rocas. A pesar de estos desafíos, los equipos continúan su búsqueda incansablemente.
El desastre también ha afectado gravemente la infraestructura básica de la región. Aproximadamente 23.800 hogares se han quedado sin electricidad y más de 66.400 carecen de acceso a agua potable. Los cortes de suministros están impactando no solo a los residentes, sino también a hospitales y a instalaciones que atienden a personas mayores y con discapacidad.
Entre las víctimas mortales se encuentra un estudiante de secundaria que estaba visitando a su familia en la región. La comunidad internacional se ha mostrado conmocionada por la magnitud del desastre y ha enviado mensajes de apoyo y solidaridad a Japón.
A medida que las operaciones de rescate continúan, las autoridades japonesas se preparan para enfrentar el posible aumento del número de víctimas. El terremoto es uno de los más graves que ha sacudido a Japón en los últimos años, recordando la vulnerabilidad del país a desastres naturales.
